yachay Año 39, nº 76, 2022, p. 11-31
Carolina Bacher Martínez 11
YACHAY ADHIERE A UNA LICENCIA CREATIVE COMMONS
ATTRIBUTION-NONCOMMERCIAL 4.0
INTERNATIONAL – (CC BY-NC 4.0)
BY NC
cc
DOI: 10.35319/yachay.20227649
La reciprocidad cordial
entre la Teología y la Pastoral1
Cordial reciprocity
between Theology and Pastoral Care
Carolina Bacher Martínez2
Resumen
Una Iglesia sinodal convoca a la profundización de una teología
sinodal. Este artículo propone la reciprocidad cordial entre la
Teología y la Pastoral, para luego presentar algunas mediaciones
metodológicas en diálogo interdisciplinar con el enfoque de la
Investigación-Acción Participativa. Así la Teología busca recuperar
los aportes de las prácticas y narrativas pastorales contemporáneas
en orden a favorecer los discernimientos de la comunidad eclesial
para la misión evangelizadora.
1 Ponencia en el Ciclo de Conferencias de la Facultad de Teología San Pablo,
Universidad Católica Bolivana (UCB): “La Iglesia latinoamericana y caribeña:
nuevos desafíos”, 11-13.10.2022.
2 Laica, casada con tres hijos. Dra. en Teología Pastoral (Facultad de Teología,
Universidad Católica Argentina, 2019). Especialista en Organizaciones Sociales
(Universidad San Andres, 2003) y Educativas (Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales - Flacso-, 2003). Profesora Asociada en la Facultad de Teología
(UCA, Argentina) y Profesora Invitada en la Facultad de Teología San Pablo (UCB,
Cochabamba). Investigadora del Instituto Teológico Egidio Viganó, Universidad
Católica Silva Henríquez (Chile) y de otros grupos internacionales. Integrante
de Teologanda. Vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Teología (2019 y
continúa). E-mail: cbacherm@ucsh.cl; ORCID: orcid.org/0000-0003-2541-6830.
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora12
Palabras clave
Teología – pastoral – reciprocidad cordial – método – investigación-
acción participativa
abstract
A synodal Church calls for the deepening of a synodal theology.
This article proposes a cordial reciprocity between Theology and
Pastoral Care, and then presents some methodological mediations
in interdisciplinary dialogue with the Participatory Action-Research
approach. In this way, theology seeks to recover the contributions
of contemporary pastoral practices and narratives in order to favour
the discernments of the ecclesial community for the evangelising
mission.
Key Words
Theology – pastoral care – cordial reciprocity – method – participative
action-research
Introducción
Entre los 41 desafíos pastorales que puntualizó la Asamblea
Eclesial de América Latina y el Caribe en el año 2021, el
número 36 se refiere a “[p]romover una mayor relación entre la
teología y la pastoral que favorezca la conversión sinodal”3. Si
bien es habitual mencionar la distancia entre dichos espacios,
emerge la interrogante en relación a qué es exactamente lo que
los asambleístas han percibido como desafío emergente. El
3 Comisión de síntesis de la asamblea eClesial de amériCa latina y el Caribe, Grupos
de discernimiento comunitario. Resultados de la ficha de trabajo 4, desafío
pastoral #36, en https://asambleaeclesial.lat/wp-content/uploads/2022/08/41-
Desafi%CC%81os-Asamblea-Eclesial.pdf (fecha de consulta: 06.11.2022).
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reciente documento Hacia una Iglesia sinodal en salida a las
periferias, en la estela de dicha Asamblea, retoma este desafío
y propone “imaginar, deconstruir y reconstruir la relación
entre la teología y la pastoral”4. Ciertamente una Iglesia en
proceso sinodal convoca a la profundización del vínculo entre
la teología y la pastoral, en tanto componente insoslayable de
la sinodalidad eclesial.
En palabras de Carlos María Galli y Antonio Spadaro,
la sinodalidad puede comprenderse como “la expresión
participativa y dinámica del carácter comunional y peregrinante
de la Iglesia, sacramento del Reino de Dios en la historia
hasta su plenitud escatológica”5. De esta manera, la práctica
de la sinodalidad favorece la credibilidad de la Iglesia en un
ambiente que posee un éthos democrático6. Los procesos
sinodales buscan
determinar y recorrer como Iglesia, mediante la inter-
pretación teologal de los signos de los tiempos bajo la guía
del Espíritu Santo, el camino a seguir en el servicio del
designio de Dios escatológicamente realizado en Cristo
que se debe actualizar en cada kairós de la historia. El
discernimiento comunitario permite descubrir una llamada
que Dios hace oír en una situación histórica determinada7.
4 Celam – asamblea eClesial de amériCa latina y el Caribe, Hacia una Iglesia sinodal
en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la
Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, #276, en https://
asambleaeclesial.lat/wp-content/uploads/2022/10/espanol.pdf (fecha de consulta:
06.11.2022).
5 C. m. Galli – a. spadaro, “Una reforma «misionera» de la Iglesia”, en A. spadaro –
C. m. Galli (eds.), La reforma y las reformas en la Iglesia, Maliaño 2016, 28.
6 Cf. a. borras, “Sinodalidad eclesial, procesos participativos y modalidades
decisionales”, en A. spadaro – C. m. Galli, La reforma y las reformas en la Iglesia,
Maliaño 2016, 255.
7 Comisión teolóGiCa internaCional, La sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia
#113, en https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora14
En este marco, la conversión pastoral de la comunidad
eclesial se ubica como una dimensión de este discernimiento y
como una respuesta a la percepción del llamado de Dios en la
historia contemporánea, en medio de sus ambigüedades.
En esta Iglesia comunión, el principio sinodal integra tanto
el principio jerárquico como los diversos carismas y servicios,
entre los que se encuentra la reflexión cualificada de las y los
teólogos8. El aporte específico de la teología se ubica en la
trama sinodal al servicio de esta comunidad de discernimiento,
que incluye a los pastores. Los teólogos reflexionamos teoló
gicamente “en el seno del nosotros de una tradición y de un
lenguaje, y no sólo a partir del autosuficiente ego cogito (yo
pienso). Para el teólogo se trata del nosotros del Pueblo de Dios
y del lenguaje eclesial de la fe”9, en un contexto determinado.
Al inicio de su pontificado el Papa Francisco expresó el aprecio
que la Iglesia tiene hacia el carisma teológico, y valoró el
esfuerzo realizado en las investigaciones teológicas al servicio
evangelizador del diálogo con el mundo de las culturas y de las
ciencias (cf. EG 133)10.
Ahora bien, antes de continuar la reflexión se requiere
precisar de manera muy somera y a modo introductorio cómo
puede comprenderse la teología y a qué nos referimos cuando
hablamos de pastoral.
rc_cti_20180302_sinodalita_sp.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
8 Cf. a. borras, “Sinodalidad eclesial, procesos participativos y modalidades decisio-
nales”, en A. spadaro – C. m. Galli, La reforma y las reformas en la Iglesia, 236.
9 C. M. Galli, Dios vive en la ciudad. Hacia una nueva pastoral urbana a la luz de
Aparecida y del proyecto misionero de Francisco, Buenos Aires 20144, 16.
10 Cf. FranCisCo, “Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo
actual Evangelii Gaudium” (24.11.2013), en https://www.vatican.va/content/
francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-
ap_20131124_evangelii-gaudium.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
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Desde el Concilio Vaticano II comprendemos a la pastoral
como una cierta relación de toda Iglesia con el mundo (cf. GS 1,
nota 1b)11. Sin embargo, esta comprensión aún convive con un
sentido más restringido, ya sea que se refiera exclusivamente a
un sujeto –el ministerio ordenado– o a una sola tarea –el cuidado
pastoral–12. En cualquier caso, todos los sujetos pastorales
estamos llamados a secundar la gestión del Espíritu, agente
principal y trascendente de la evangelización (cf. EN 75)13.
Según Christoph Theobald, la pastoralidad del Concilio se
manifiesta sobre todo en el modo que tuvo la asamblea conciliar
de proceder y en la estructura abierta de sus textos (corpus). De
este modo, el teólogo relaciona lo pastoral con la recepción,
encuadrando el corpus conciliar como el trazo de un gigantesco
esfuerzo de aprendizaje individual y colectivo:
El corpus da, en efecto, todo su lugar a una experiencia,
a la vez, singular y plural, relacional y socio-política, de
conversión, jamás pre-establecida o adquirida de una vez
por todas y siempre a ser vivida aquí y ahora; experiencia
inscrita, al mismo tiempo, en el texto y a ser realizada fuera
del texto, situada entre la palabra de Dios en las Escrituras y
sus destinatarios infinitamente diversificados, reenviados
a entenderse según un modo evangélico de proceder14.
11 ConCilio eCuméniCo VatiCano ii, “Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mun-
do actual Gaudium et Spes” (21.11.1964), en https://www.vatican.va/archive/
hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-
spes_sp.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
12 C. M. Galli, Dios vive en la ciudad, 281-282.
13 Cf. pablo VI, “Exhortación Apostólica acerca de la evangelización en el mundo
contemporáneo Evangelii Nuntiandi” (08.12.1975), en https://www.vatican.
va/content/paul-vi/es/apost_exhortations/documents/hf_p-vi_exh_19751208_
evangelii-nuntiandi.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
14 C. theobald, “Le style pastoral de Vatican II et sa réception postconciliaire”, en
Joseph Famerée (ed.), Vatican II comme style. L’herméutique théologique du
Concile, Paris 2012, 284.
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora16
Lo pastoral, desde esta perspectiva, no es una mera
aplicación de recetas ya preparadas15, sino la continuidad de
la aventura de un discernimiento colegial de los signos de los
tiempos, de los cuales los cristianos participan junto a sus con-
temporáneos, en orden a la misión, realizada en la colegialidad
local (cf. GS 11). Este discernimiento se apoya en la sabiduría
que todo el Pueblo de Dios tiene por su sentido de fe y se
profundiza en el diálogo con los aportes de otros compañeros
de camino: los que nos anteceden, las nuevas generaciones, los
que estudian la Iglesia desde otras disciplinas y, también, de las
y los teólogos. El teólogo argentino Lucio Gera nos alertaba de
una falsa oposición entre hacer y saber, y entre saber abstracto
y concreto, postulando tanto la dimensión sapiencial de la
práctica pastoral como la dimensión pastoral o práctica de toda
disciplina teológica16.
Dicho esto, preciso brevamente una comprensión de la
teología como reflexión científica sobre la revelación divina
que la Iglesia acepta como verdad salvadora universal por
medio de la fe, participando de la sabiduría que Dios tiene de sí
y de la creación, a través de la actualización del Espíritu17. En
palabras de Pedro Trigo, consiste en
la exposición fundamentada y razonada del misterio cris-
tiano o la exposición fundamentada y razonada de un
tópico humano relevante desde la perspectiva cristiana
15 Cf. F. taborda, “A conferência de Medellín como recepção do Vaticano II”, en
Perspectiva Teológica 51, 1 (2019) 121.
16 Cf. l. Gera, “Introducción”, en V. r. azCuy – C. m. Galli – m. González (c.t.e),
Escritos teológico-pastorales de Lucio Gera. 1. Del Preconcilio a la Conferencia
de Puela (1956-1981), Buenos Aires 2006, 489-500.
17 Cf. Comisión teolóGiCa internaCional, La teología hoy, #5 y #18, en https://www.
vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_doc_20111129_
teologia-oggi_sp.html#NOTA_PRELIMINAR (fecha de consulta: 06.11.2022).
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Carolina Bacher Martínez 17
(…) Esta mutua implicación no puede ser entendida sin
embargo como hablar de la misma realidad desde distintas
claves lingüísticas, sino como hablar de dos realidades
mutuamente referidas18.
Considero muy importante recordar este doble aspecto
de la teología, ya que la restricción del objeto a la primera
dimensión puede dificultar los horizontes de articulación entre
la teología y la pastoral. Aún más, junto a P. Trigo también
afirmo que: “la teología debe ser actual en primer lugar porque
el misterio cristiano se revela en concreto como salvación para
esta época… Tiene que presentarse con el mismo peso con que
se realizó. En este sentido, actual equivale a espiritual: con la
fuerza del mismo Espíritu”19. Es el Espíritu, en tanto presencia
trascendente que guía la pastoral y la teología, quien constituye
la comunión entre la Teología y la Pastoral. Entonces, a la
luz de la reflexión antecedente emergen dos interrogantes. En
primer lugar, ¿cómo comprender la reciprocidad práctica entre
teología y pastoral? Y, en segundo lugar, ¿cómo se favorece y
media esta cooperación mutua?
1. La reciprocidad cordial entre Pastoral y Teología
Si el vínculo entre la teología y la pastoral puede
comprenderse como una relación recíproca, cómo comprender
dicha interacción. Aquí propongo considerar que se realiza
como una reciprocidad cordial, entendida como
el comportamiento bidireccional donde los seres en relación
reconocen mutuamente su dignidad y vincularidad y sus
capacidades comunicativas y emotivas para entenderse
18 P. triGo, “El método en teología”, en AAVV, XXX años de itinerancia, Caracas
2010, 137.
19 Ibid., 160.
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora18
sobre distintas cosas del mundo y comprometerse a cumplir
con el marco de actuación y el desempeño de objetivos
particulares, colectivos o universalizables en cualquier ám-
bito de actividad humana20.
Si pensamos la relación entre pastoral y teología como
reciprocidad cordial, es porque aquí subrayamos que dicha
relación puede pensarse tanto entre ámbitos como entre sujetos
eclesiales, esto es, que el ejercicio teológico es una acción
pastoral de las y los teólogos que ofrece un aporte cualificado al
servicio del discernimiento pastoral de la comunidad eclesial,
de la cual forman parte. Supone un movimiento doble: desde la
pastoral a la teología y desde la teología a la pastoral. Para que se
concrete dicha reciprocidad, es necesario comprender el aporte
de cada uno en el horizonte del plan de salvación y valorarse
mutuamente, reconociendo la mutua implicación y los dones
que cada una ofrece en orden a los horizontes de sentido que
comparten: la comunión eclesial y a la misión evangelizadora
al servicio de la transformación de la humanidad.
La reciprocidad se estructura a través de tres acciones:
ofrecer, aceptar y responder. Cuando se ofrece alguna ayuda,
se requiere que el receptor la acepte y responda de acuerdo
a lo ofrecido; y el que ofreció la ayuda también tiene que
aceptar la respuesta a ella. Este proceso de ofrecimiento,
aceptación y respuesta está mediado por la acción comunicativa
intersubjetiva, que incluye una dimensión emotiva21. De
esta manera, la reciprocidad cordial entre la pastoral y la
teología implica un ofrecimiento de cooperación que tiene
20 p. CalVo, “Ética de la reciprocidad: la dimensión comunicativa y afectiva de la
cooperación humana”, en Revista de Filosofía 77 (2020) 75.
21 Cf. ibid., 77-78.
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Carolina Bacher Martínez 19
que ser aceptado y recepcionado mediante una interacción
comunicativa integral, que implica una dimensión cognitiva
que integra también las emociones.
La teología ofrece un acercamiento a la praxis pastoral.
Esta se concreta, en primer lugar, cuando la reflexión teológica
parte de una apertura a la realidad, a sus transformaciones y
emergentes culturales y, en dicho proceso, está atenta a las
respuestas de sentido y experiencias de las prácticas pastorales.
Desde allí surgen los interrogantes teológicos contemporáneos
y significativos para la humanidad y la comunidad eclesial,
aunque su aporte sea abstracto y, a primera vista, pueda parecer
lejano. En segundo lugar, la vinculación está mediada por
la apertura a los diversos lugares teológicos a los cuales la
teología recurre para su reflexión. Aún hoy, algunas teologías
solo dan la bienvenida a los lugares constitutivos –Escritura y
Tradición– y, aunque no cuestionen la validez de la liturgia,
de los testimonios de los cristianos, de los aportes de otras
disciplinas, o de los procesos históricos, sus aportes son poco
invitados a la reflexión teológica académica. En tercer lugar, el
acercamiento también se concreta cuando la teología reconoce
al Reino de Dios como finalidad última de su reflexión
teológica. Y, por último, también se acerca cuando asume
una comunicación teológica pública y popular, además de
concretarla con publicaciones y jornadas académicas.
El Papa Francisco nos convoca a cumplir este servicio
teológico como parte de la misión salvífica de la Iglesia, para lo
cual necesitamos llevar en el corazón la finalidad evangelizadora
de la Iglesia y de la Teología, y no conformarnos con una
teología de escritorio (cf. EG 133). Esta última expresión,
una teología de escritorio, en ocasiones trajo algún malestar
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora20
y cuestionamientos en las comunidades académicas. ¿Cómo
puede la teología, que históricamente abreva en la lectura, el
silencio y la reflexión personal, salir del escritorio? Y, sobre
todo, ¿qué bien puede ofrecerle esa salida? En concreto implica
un giro que ya ha sido postulado y realizado en experiencias
teológicas de nuestro continente, en particular, y en otros
contextos, en general. Sin embargo, a finales del siglo XX Giulio
Girardi se preguntaba si en la teología de la liberación el pueblo
realmente había sido un sujeto teológico o solo había sido un
postulado, y distinguió dos prácticas en la reflexión teológica
liberadora. Por una parte, aquella que se realiza desde el punto
de vista de los sectores oprimidos; esta se puede comprender
como participativa, pero indirectamente, ya que los pobres
inspiran la reflexión, pero no la producen. Por otra parte, una
reflexión que realiza la misma comunidad cristiana y, en primer
lugar, los pobres en ella. Esta se constituye en protagonista de la
reflexión y de la investigación teológica, aunque cuente con la
asistencia del teólogo o teóloga profesional, sin que sus aportes
la sustituyan22. Dicho esto, sostenemos que el desafío de dar voz
en la teología académica a las personas y colectivos populares
se actualiza en esta generación y aún queda por profundizar. En
las orientaciones pastorales para el desafío pastoral número 7,
la Asamblea Eclesial nos propone no desatenderlo y nos insta
a procurar
que nuestras teologías y prácticas pastorales fomenten
y faciliten la escucha del clamor de los pobres, la
interacción con ellos, para visibilizar los nuevos rostros de
excluidos y excluidas. Creando procesos que incidan en
22 Cf. G. Giraldi, “Investigación participativa popular y teología de la liberación”, en
Caminos (11.04.2012); en https://revista.ecaminos.org/investigacion-participativa-
popular-y-teologia-d (fecha de consulta: 06.11.2022).
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Carolina Bacher Martínez 21
la transformación de las causas de pobreza e inseguridad
social. Propiciando espacios de formación, participación,
escucha y diálogo, para que sean sujetos activos de su
desarrollo y discipulado misionero23.
Esta apertura de la teología a la realidad, en particular a
sus angustias y tristezas, alegrías y esperanzas, sobre todo de
los más pobres y de los que sufren, convoca a la comunidad
eclesial a reconocer el servicio teológico y entablar un diálogo
crítico desde su sabiduría creyente, en reciprocidad cordial con
la teología y sus agentes.
Ahora bien, aquí interesa plantear que, si bien toda la
teología está llamada a asumir la dimensión pastoral, la
disciplina pastoral o práctica tiene un servicio específico en
dicha articulación a través de una investigación y docencia
en diálogo interdisciplinar que, a continuación, propongo
sucintamente.
2. La Investigación-Acción Teológica Participativa (ITAP)
como ejercicio de reciprocidad cordial entre la Teología
Pastoral/Práctica y la Pastoral eclesial
La opción por una teología interdisciplinaria tiene como
un punto de inflexión la propuesta del Concilio Vaticano II y
encuentra en la Veritatis Gaudium una explicitación reciente
que postula la inter y la transdisciplinariedad de la teología24.
23 Comisión de síntesis de la asamblea eClesial de amériCa latina y el Caribe, Grupos
de discernimiento comunitario. Resultados de la ficha de trabajo 4, desafío
pastoral #7, en https://asambleaeclesial.lat/wp-content/uploads/2022/08/41-
Desafi%CC%81os-Asamblea-Eclesial.pdf (fecha de consulta: 06.11.2022).
24 Cf. FranCisCo, “Constitución Apostólica sobre las Universidades y Facultades
eclesiásticas Veritatis Gaudium” (27.12.2017) #4c, en https://w2.vatican.va/
content/francesco/es/apost_constitutions/documents/papa-francesco_costituzione-
ap_20171208_veritatis-gaudium.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora22
Esto puede realizarse de diversas modalidades y con diversas
disciplinas, y aquí desarrollaremos una propuesta en diálogo
con los aportes metodológicos de las ciencias sociales25.
Steve Taylor y Robert Bogdan refieren que en las
ciencias sociales se constatan dos corrientes: la positivista y
la fenomenóloga. Mientras que en la primera se buscan “los
hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia
de los estados subjetivos de los individuos”26, en la segunda
se “quiere entender los fenómenos sociales desde la propia
perspectiva del actor”27. Si bien cada una de ellas utiliza diversas
técnicas, en la primera prevalecen aquellas más acordes con un
enfoque cuantitativo (por ejemplo, encuestas), y en la segunda
otras afines a un enfoque cualitativo (por ejemplo, entrevistas).
El enfoque cualitativo busca nuevas comprensiones a través
de la búsqueda de las perspectivas subjetivas: sus historias,
comportamientos, experiencias, interacciones, acciones,
sentidos y los interpreta de forma situada28. Esta búsqueda
puede realizarse de diversas maneras, entre las que podemos
mencionar el enfoque etnográfico, la realización de historias de
vida o biografías, los estudios de casos, la teoría fundada y la
investigación-acción participativa. Voy a presentar este último
enfoque ya que, sobre todo, favorece una reflexión colaborativa
25 Para un panorama de este diálogo en América Latina y el Caribe, cf. C. baCher
martínez, “Teología pastoral y ciencias sociales. Antecedentes, prácticas actuales
y desafíos pendientes en América Latina”, en o. sánChez – m. mazzini – G. de mori
(eds.), Teología Práctica e interdisciplinariedad, Bogotá 2022, 179-194.
26 Cf. s. taylor – r. boGdan, Introducción a los métodos cualitativos de investigación,
Buenos Aires 2003, 5.
27 Cf. ibid.
28 Cf. i. VasilaChis de Gialdino “La investigación cualitativa”, en i. VasilaChis de Gialdino
(coord.), Estrategias de investigación cualitativa, Barcelona 2006, 29 y 33.
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Carolina Bacher Martínez 23
entre la teología y la pastoral, que subraya tanto la participación
como la transformación29.
Ezequiel Ander Egg define a la InvestigaciónAcción
Participativa (IAP) indicando que
en tanto investigación, se trata de un procedimiento
reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene por
finalidad estudiar algún aspecto de la realidad, con una
expresa finalidad práctica; en cuanto acción, significa o
indica que la forma de realizar el estudio es ya un modo
de intervención y que el propósito de la investigación
está orientado a la acción, siendo ella a su vez fuente de
conocimiento; y, por ser participación, es una actividad en
cuyo proceso están involucrados tanto los investigadores
(equipo técnico o agentes externos), como las mismas gentes
destinatarias del programa, que ya no son consideradas
como simple objeto de investigación, sino como sujetos
activos que contribuyen a conocer y transformar la realidad
en la que están implicados30.
29 Para profundizar en el enfoque de la Investigación-Acción Participativa (IAP)
y su recepción teológica puede consultarse: C. baCher martínez, “Aportes de la
investigación-acción participativa a una teología de los signos de los tiempos
en América Latina”, en Theologica Xaveriana 184 (2017) 309-332; C. baCher
martínez, “Hacer teología en clave sinodal: aportes del enfoque Investigación-
acción participativa al método ver, juzgar y actuar”, en Cuestiones Teológicas
Vol. 49 nº 111 (2022) 1-19, https://doi.org/10.18566/cueteo.v49n111.a08; C.
sChiCkendantz,, “La naturaleza teológica del momento inductivo en tiempos de
diversidad, pluralismo y diversidad cultural”, en Veritas 38 (2017) 99-120, https://
doi.org/10.4067/S0718-92732017000300099; C. Vélez Caro, “El quehacer
teológico y el método de investigación acción participativa: una reflexión
metodológica”, en Theologica Xaveriana, 67 n° 183 (2017) 187-208, https://doi.
org/10.11144/javeriana.tx67-183.qtmiap
30 E. ander-eGG, Repensando la investigación-acción-participativa, Lumen-Huma-
nitas, Buenos Aires 2003, 32 y 33.
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La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora24
Tres notas configuran el enfoque: el análisis de los problemas
sociales basados en la comunidad, la propiedad compartida de
los proyectos de investigación y una orientación hacia la acción
en la comunidad31. Para ello la IAP articula la reflexión a través
de diálogos formales (entrevistas) e informales, que permiten
expresar las memorias comunitarias en narrativas y lenguajes
simbólicos, y que encuentra en las asambleas un espacio que
habitar desde los interrogantes compartidos con la apertura a
la interacción entre las sabidurías populares y las académicas.
Es de interés aquí indicar el aporte que el método IAP puede
aportar a la reciprocidad cordial entre la pastoral y la teología.
Si la práctica sinodal puede comprenderse como un proceso
de articulación en el Espíritu de sujetos pastorales al servicio
de la misión eclesial, el método IAP le ofrece a la teología
y a la comunidad pastoral un soporte de procedimientos y
técnicas que facilitan la expresión y articulación de los sujetos,
de los sentidos y de las prácticas para la reflexión y la acción
evangelizadora. Dicha teología se comprende como un espacio
de interrelación de diversos lugares teológicos, hermenéuticos
y epistémicos32, favoreciendo así condiciones de posibilidad
tanto para el ofrecimiento como para la respuesta.
A modo de conclusión: dimensiones de la conversión sinodal
de la teología
La invitación de la Asamblea Eclesial a afianzar la
articulación de la teología con la pastoral para contribuir a la
31 s. kemmis – r. mC taGGart, “La investigación-acción participativa. La acción
comunicativa y la esfera pública”, en n. denzin – y. linColn (comp.), Manual de
investigación cualitativa, Vol. III, Barcelona 2013, 363.
32 Cf. J. C. sCannone, “Cuestiones actuales de epistemología teológica. Aportes de la
teología de la liberación”, Stromata 46 (1990) 293-336.
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Carolina Bacher Martínez 25
sinodalidad eclesial nos convoca a una conversión teológica
que concreta la reciprocidad cordial, en mi opinión, en tres
dimensiones:
a) En primer lugar, es una invitación a la conversión
del perfil de las y los teólogos: supone pasar de un
modelo de teología individual a un modelo de teología
colaborativa. Esta teología colaborativa requiere el
desarrollo de “la capacidad de escuchar, dialogar,
discernir e integrar la multiplicidad y la variedad de
las instancias y de los aportes”33. Para ello, las y los
teólogos tendremos que ejercitarnos en una inteligencia
interpersonal que nos ayude a desarrollar el trabajo
colaborativo con otros34, y a percibir la diversidad de
perspectivas en toda cuestión social o política35. Por
otra parte, también es necesario que desarrollemos
una inteligencia intrapersonal36 que nos permita llevar
a cabo un proceso de constante aprendizaje37 y de
reflexividad38. Ejercitar la capacidad de conocerse a
sí mismo, que abre la posibilidad también de conocer
a Dios39, y conociéndolo en su Hijo, reconocerse a sí
33 Comisión teolóGiCa internaCional, La sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia
#75, en https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_
cti_20180302_sinodalita_sp.html (fecha de consulta: 06.11.2022).
34 Cf. l. Campbell – b. Campbell – l. diCkinson, Inteligencias múltiples. Usos prácticos
para la enseñanza aprendizaje, Buenos Aires, 2000, 179-216. Seguimos en este
apartado la teoría de H. Gardner sobre las Inteligencias Múltiples: h. Gardner,
Inteligencias Múltiples. La teoría en la práctica, Buenos Aires 2008.
35 Cf. ibid., 181.
36 Cf. ibid., 217-257.
37 Cf. ibid., 220.
38 Cf. r. Guber, La etnografía. Método, campo y reflexividad, Buenos Aires 2001.
39 Cf. O. González de Cardedal, El quehacer de la teología, Salamanca 2008, 334.
yachay Año 39, nº 76, 2022, p. 11-31
La reciprocidad cordial entre la Teología y la Pastora26
mismo como hijo del Padre y hermano de los otros,
especialmente de los pobres y sufrientes.
b) En segundo lugar, es una invitación a iniciar a los
estudiantes de teología en estos procesos durante los
trayectos formativos académicos, de tal manera que la
didáctica de nuestras disciplinas teológicos pastorales
o prácticas integren enfoques y técnicas que permitan
mediar la articulación del espacio teológico y pastoral,
y la reflexividad sobre dichas prácticas.
c) En tercer lugar, es una invitación a proponer y concretar
transformaciones en las instituciones teológicas que
habiliten una práctica de investigación flexible a fin de
poder estimar objetivos alcanzables y plazos viables
ya que, como indica Paloma López de Ceballos: “la
investigación-acción participativa da frutos, pero a veces
los impulsores soñaban con peras y las poblaciones
deciden cultivar manzanas”40. Es decir, no es posible
anticipar linealmente qué resultados o impacto son
esperables de un procedimiento de investigación
participativa.
Estos caminos han sido abiertos por muchas hermanas y
hermanos teólogos que se han comportado como amigos con los
pueblos y las más diversas comunidades cristianas. Comparto
con muchos otros, y expreso en palabras de Pedro Trigo, la
convicción de que, para ser fiel, la teología no puede ser una
teología anacrónica sino, por el contrario, está llamada a ser
creativa, es decir, espiritual, ya que sólo el Espíritu de Jesús
40 p. lópez de Ceballos, Un método para la Investigación-Acción Participativa, Madrid
2003, 59.
yachay Año 39, nº 76, 2022, p. 11-31
Carolina Bacher Martínez 27
puede establecer la equivalencia dinámica entre los conceptos
elaborados en las tradiciones teológicas neotestamentarias
y los actuales41. El mismo Espíritu que habita la historia, la
pastoral y la teología es quien nos convoca, media y confirma
el encuentro en reciprocidad cordial, es quien nos anima a dar
una respuesta colaborativa entre la teología y la pastoral, y de
ésta a la teología.
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