yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 45

YACHAY ADHIERE A UNA LICENCIA CREATIVE
COMMONS

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– (CC BY-NC 4.0)

BY NC
cc

DOI: 10.35319/yachay.20227538

Pensar “entre”: para un logos encarnado y
comprometido con la realidad social1

Thinking “between”: towards a logos that is
incarnated and committed to social reality

Noemi Sanches2
L’entre-deux a une place par nécessité3.

Tout est rapport4.
Resumen
El presente artículo busca desglosar, a grandes rasgos, algunos puntos
claves de un “pensar relacional” que se inspira en la meditación

1 Ponencia en las Jornadas Filosóficas: “El lugar del pensar: proyecciones de un
pensar situado”, realizadas de forma virtual los días 20 y 21 de abril de 2022, en
una colaboración entre la Facultad de Teología San Pablo, Cochabamba, Bolivia,
y el Istituto Universitario Sophia, Florencia, Italia.

2 Tras obtener en el 2014 la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación con énfasis
en Comunicación Institucional por la Universidad Católica “Nuestra Señora de la
Asunción” (Paraguay), recibió su maestría en “Fundamentos y perspectivas para
una cultura de la unidad con especialización en Ontología Trinitaria” en el Instituto
Universitario Sophia (Florencia, Italia) en 2016. En 2020 culminó su doctorado en
filosofía en la Universidad de Perugia (Italia) con la tesis “Del silencio a la palabra.
La ontología del lenguaje en Simone Weil”, en vías de publicación. Actualmente es
docente en el Instituto Universitario Sophia, donde también realiza una investigación
posdoctoral en filosofía teorética sobre la hermenéutica ontológica de Luigi Pareyson
en diálogo con la noción de Lecture de Simone Weil. E-mail: noesanches10@gmail.
com; ORCID: 0000-0003-1043-6302.

3 «El entre tiene un lugar por necesidad» (S. Weil, Œuvres Complètes VI: Cahiers
[1933-septembre 1941], vol. 1, Gallimard, Paris 1994, 343, la traducción es nuestra).
De ahora en más OC VI 1. No habiendo aún una traducción crítica del entero corpus
weiliano en español, la bibliografía primaria será reportada enteramente en francés,
lengua original de Weil. De esa, solo las citas presentes en el cuerpo del artículo serán
traducidas por nosotros en las notas de pie de página. Ya la bibliografía secundaria,
siendo citada con menor frecuencia, será enteramente traducida por nosotros.

4 «Todo es relación» (S. Weil, Œuvres Complètes VI: Cahiers [février 1942 – juin
1942], vol. 3: La porte du transcendant, Paris, 2002, 406, la traducción es nuestra)
De ahora en más OC VI 3.

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filosófica weiliana sobre el término platónico “μεταξύ”, es decir,
intermediario, mediación o, más sencillamente, “entre”. A partir de esta
noción, Simone Weil desarrolla una reflexión que concibe a la entera
existencia como relación armónica entre diversos y, como tal, reflejo
de un principio trascendente que es también, en sí mismo, relación.
Partiendo de esta concepción relacional de las cosas, el entre puede
también revelarse como un lugar privilegiado para el darse de un
ejercicio filosófico auténtico, es decir, conforme con la realidad
profunda del ser. Se trata de un pensamiento dialogante, humilde y
encarnado, que no se encierra en sí mismo –pero que tampoco se reduce
a una lógica binaria y de grupo– sino que, a partir de su apertura plena
y sincera hacia el otro/Otro, es capaz de mirar a la realidad histórica en
la que se encuentra, con todas sus contradicciones, y de comprometerse
concretamente con esa, iniciando por los más vulnerables.
Palabras clave
Mεταξύ (metaxu) – intermediario – mediación – relación – equilibrio
de contrarios – Trinidad
Abstract
This article seeks to itimize, in broad outline, some key points of a
“relational thinking” that is inspired by Weilian philosophical meditation
on the Platonic term “μεταξύ”, that is, intermediary, mediation or,
more simply, “between”. From this notion, Simone Weil develops a
reflection that conceives of the whole of existence as a harmonious
relationship among different entities and, as such, a reflection of a
transcendent principle that is also, in itself, a relationship. Starting from
this relational conception of things, the between can also reveal itself as
a privileged place for the giving of an authentic philosophical exercise,
that is to say, in accordance with the profound reality of being. It is a
dialogical, humble and incarnated thinking, which does not close in on
itself - but which is not reduced to a binary and group logic either - but

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which, on the basis of its full and sincere openness to the other/Other,
is able to look at the historical reality in which it finds itself, with all its
contradictions, and to commit itself concretely to it, starting with those
who are most vulnerable.
Key words
Μεταξύ (metaxu) – intermediary – mediation – relationship – balance
of opposites – Trinity
Introducción

Con la presente contribución deseamos presentar, grosso
modo, algunos puntos claves de un “pensar relacional” que se
inspira particularmente en un concepto central de la reflexión
madura de Simone Weil (París, 1909 – Londres, 1943). Nos
referimos a su meditación filosófica sobre el término platónico
“μεταξύ” (metaxu) que significa, justamente, “aquello que
está en el medio”, intermediario, mediación, o simplemente:
“entre”. A través de la noción de μεταξύ, Weil concibe a la entera
existencia como relación armónica entre diversos y como reflejo
de un principio metafísico que es también, en sí mismo, relación.
Dicho principio es plenamente identificado por la filósofa con el
Dios trinitario cristiano, a partir del cual el concepto de μεταξύ
se impregna de un profundo significado cristológico. Desde esta
lógica relacional, es posible también individuar en la reflexión
de Weil un ejercicio filosófico que parte del entre y, como tal,
busca ser, a su vez, “intermediario” entre teoría y praxis, entre
ética y metafísica, entre plano inmanente y trascendente; como
trataremos de evidenciar en los puntos sucesivos.

Vale aclarar que nuestra propuesta reflexiva no es nueva, sino
que se coloca en la huella de la perspectiva filosófica promovida por

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Emmanuel Gabellieri –renombrado estudioso contemporáneo del
pensamiento weiliano– y su “filosofía del «entre»”, o en términos
más técnicos metaxología5 que, como se puede justamente intuir,
se inspira en modo particular en esta original relectura weiliana
de los textos platónicos, por lo que algunas de sus aserciones y
puntualizaciones acompañarán particularmente algunos pasajes
de la presente reflexión. De igual modo, nos situamos también en
el horizonte reflexivo y metodológico de la ontología trinitaria
–con la cual sintoniza, desde un enfoque diverso, la propuesta de
Gabellieri6–, sobre todo en aquello que respecta a nuestro análisis
de la metafísica religiosa de Weil y su interpretación cristológico-
trinitaria del real.
5 Desde luego, si bien sea prominente el pensamiento de Weil, no es la única

autora de referencia de la metaxología de Gabellieri, quien también se inspira en
la filosofía de Blondel, Guardini, Stein, von Balthasar, etc. La metaxología busca
reunificar reflexión fenomenológica con aquella metafísica desde una perspectiva
relacional de la existencia, rearticulando así, de manera nueva, ser y fenómeno y
evidenciando la conexión esencial que existe entre fenomenología, ética, metafísica
y espiritualidad. Explica Gabellieri: “La «metaxología» une en un solo término la
experiencia de conjunción que se juega necesariamente para cada hombre entre
la fenomenalidad, la libertad y la apertura o encierro al trascendente. Esa designa
el lugar de articulación, es y debe ser la ciencia del lugar, de la mediación entre
aparecer, conocer, actuar y amar. Debe ser la ciencia de las conexiones entre
todos los niveles de la realidad” (e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux.
Pour une métaxologie
, Paris 2019, 219). Massimiliano Marianelli, exponente de la
filosofía del entre en Italia, sostiene al respecto: “La filosofía del Entre, o también
indicada por Gabellieri como metaxología, filosofía de los intermediarios o filosofía
de la mediación y del don, pone el acento en el «entre», en la dimensión del
vínculo, de la relación y define un «lugar del pensamiento»” (M. Marianelli [eds.],
“Introduzione”, en “Entre”: la filosofia oltre il dualismo metafisico, Roma 2020,
V-XIII, VI).

6 Como sostiene también Marianelli: “La filosofía del «entre», es una línea de
pensamiento abierta, cuyo seguimiento y puesta en evidencia está aún pendiente,
una alternativa al pensamiento dialéctico que de forma más o menos consciente
domina la modernidad, y que, a través de Weil, a juicio de Gabellieri, permite
repensarla en las direcciones definidas anteriormente, «reformulando» conceptos
capaces de nuevas categorías histórico-filosóficas. Una ontología relacional […]
que abre nuevos horizontes y caminos para la fenomenología y la hermenéutica;
una perspectiva que es […] explícita apertura al horizonte de la Ontología trinitaria”
(ibid., XII-XIII).

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1. Μεταξύ: origen, uso y significado en la reflexión madura
de S. Weil

El término μεταξύ es de origen e inspiración griega, más
específicamente platónica7. Se trata de una voz recurrente en los
apuntes y elaborados de los últimos tres años de la meditación
filosófica de Weil (1940-1943). Como bien explica Gabellieri,
la noción de μεταξύ aparece por primera vez en los Cuadernos
de Marsella
(1940-1942):

S. Weil, al descubrir que Platón utiliza el adverbio μεταξύ
para nombrar aquello que está “en el medio”, “intermediario”
o “entre” de términos alejados, lo ha transformado en
sustantivo; de tal manera lo ha hecho aplicable a todo tipo
de realidad que se presenta como mediación8.

Vemos entonces que, si bien la raíz de tal palabra sea meta, no
se refiere –al menos no in primis– a aquello que está “más allá”,
sino al espacio mediano (entre-deux) que se da necesariamente
entre cada entidad de la existencia y que caracteriza a todas las
cosas creadas como “intermediarias”, como “mediación”. Así
anota Weil en uno de sus Cahiers: “Les choses crées sont des
intermédiaires. Elles sont des intermédiaires les uns vers les
autres, et cela n’a pas de fin. Elles sont des intermédiaires vers
Dieu. Les éprouver comme telles dans la connaissance, l’amour
et l’action”9.
7 Para una ulterior profundización sobre este término platónico, recomendamos: M.

Martino, Sul μεταξύ in Platone: un itinerario, Milán 2022.
8 Cf. e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 159, nº. 40.
9 “Las cosas creadas son intermediarias. Son intermediarias entre ellas,

infinitamente. Son intermediarias hacia Dios. Experimentarlas como tales en el
conocimiento, el amor y la acción” (OC VI 3, 196, la traducción es nuestra). Y
agrega más adelante: “Pour nous, tout est rapport. En soi, tout est médiation,
médiation divine” (ibid., 406). Partiendo de esta concepción weiliana de las cosas,

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Μεταξύ indica, entonces, la relación esencial e irreducible
que une y conecta cada ser o fenómeno entre sí y con el
universo entero, pero no solo. En efecto, como subraya también
Gabellieri, “el «entre» indica una relación no solamente
horizontal sino también vertical, una orientación”10 hacia el
trascendente oculto en el mundo. En esta línea, la noción de
μεταξύ se vincula a una concepción jerárquica del mundo, en su
sentido etimológico profundo11, es decir, como un elemento que
revela la presencia de un principio sobrenatural en y entre las
cosas. De hecho, afirma Weil: “Dieu et le surnaturel sont cachés
et sans forme dans l’univers”12. Es así que el universo, en sus
particularidades y en su conjunto, además de relación, es también
–para quien, como veremos, es capaz de una contemplación
atenta
– un espacio de mediación, un intermediario, un “puente”
que conecta inmanencia y trascendencia, capaz de ensanchar y
de abrir el pensamiento hacia una realidad que va más allá de lo
que simplemente aparece13.

Gabellieri, desde un enfoque fenomenológico, infiere que todo aquello que aparece
y se impone al pensamiento, no debe jamás ser tomado como algo puramente
aislado o absuelto (ab-solutus) de todo el resto, sino más bien como un entrecruce
de determinaciones o de relaciones, sea en sí mismo como en su relación con el
mundo circundante. Esto pone en evidencia dos hechos paradoxales: por un lado,
que unidad y diversidad se encuentran irremediablemente entrelazadas; por otro,
que la unidad esencial y última de las cosas permanece siempre inaccesible a la
razón humana. Cf. e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 9-13.

10 Ibid., 162.
11 La palabra “jerarquía” proviene de los términos hieros (divino) y arché (inicio,

principio).
12 “Dios y el sobrenatural están ocultos y sin forma en el universo” (S. Weil, Œuvres

Complètes VI: Cahiers [septembre 1941- février 1942], vol. 2: La science et
l’impensable, Paris, 1997, 328, la traducción es nuestra. De ahora en más OC VI 2.

13 “Cet univers sensible où nous sommes n’a pas d’autre réalité que la nécessité; et
la nécessité est une combinaison de relations qui s’évanouissent dès qu’elles ne
sont pas soutenues par une attention élevée et pure” (S. Weil, Œuvres Complètes
V: Écrits de New York et de Londres, vol. 2: L’Enracinement. Prélude à une
déclaration des devoirs envers l’être humain [1943]
, Paris, 2013, 355-356).

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A partir de esto, la idea de μεταξύ revela ulteriormente que
todo bien terreno se trata siempre de un medio, por lo tanto, no
es un fin
en sí mismo, sino en su apertura y relación con algo
más. Razón por la cual un μεταξύ jamás debe ser absolutizado,
so pena de caer en ilusiones falsas e idolátricas, frutos de una
mezcla y confusión arbitraria entre el plano necesario con aquel
del Bien supremo. A propósito, es frecuente en los apuntes de
Weil la siguiente expresión, parafraseada de la República de
Platón: “Combien l’essence du nécessaire est loin de celle du
bien”14.

Luego de este primer encuadre general del concepto de
μεταξύ, tratemos de ver brevemente cómo él mismo marca y se
declina en la meditación filosófica de Weil.
2. Pensar la relación es pensar la contradicción y el vacío

Un primer aspecto a ser evidenciado es que, gracias a la
noción de μεταξύ, Weil no confunde ni cae en una oposición
entre inmanencia y trascendencia15, pues el entre-deux
representa, precisamente, el punto de equilibrio y de unidad
entre términos diversos e incluso contradictorios, como es
el caso de la relación inconmensurable existente entre plano
natural y sobrenatural. Es cierto, la noción weiliana de μεταξύ
invita a ir más allá de la forma (de lo que aparece), pero siempre
y solo a partir de la forma, jamás en detrimento de la misma.
En otras palabras, el sensible es condición de posibilidad de
acceso al supersensible, el cual, por su naturaleza y diferencia
ontológica, permanecería irremediablemente inaccesible sin
14 «Cuán lejos está la esencia del necesario de aquella del bien» (oc Vi 3, 56, la

traducción es nuestra).
15 Como sucede por ejemplo con el idealismo, el existencialismo, el marxismo, etc.

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la existencia de intermediarios. En esta línea, teniendo como
fondo el Mito de la caverna, Weil sostiene: “Pour le passage des
ténèbres à la contemplation du soleil, il faut des intermédiaires,
des μεταξύ”16.

Y así como Weil no contrapone esencia y existencia,
tampoco prioriza un plano ontológico sobre el otro, sino su
“intersección” coesencial17. Del mismo modo, Weil no opone
jamás particular y universal, pensamiento y praxis, acción
y contemplación, razón y amor, etc., pues el suyo no es un
pensamiento dicotómico, sino dialéctico en su sentido platónico
y no hegeliano, esto es, que busca incesantemente la relación
armónica y equilibrada
entre las diversas proposiciones y
niveles de la realidad.

En este contexto, la contradicción, al igual que la relación,
es, al mismo tiempo, marca de la existencia y del sobrenatural
para Weil18. Y si el universo entero es un entretejido infinito
de relaciones entre diversos, la tarea principal de la filosofía es
aquella de ser capaz de reconocer y de pensar esta estructura
paradoxal originaria que se refleja en los distintos niveles de
16 “Para el pasaje de la oscuridad a la contemplación del sol, se necesitan

intermediarios, μεταξύ” (S. Weil, Œuvres Complètes IV: Écrits de Marseille, vol. 2:
Grèce – Inde – Occitanie [1941-1942], Paris, 2009, 101, la traducción es nuestra).
De ahora en más OC IV 2. A propósito, destaca Gabellieri: “El principio de unidad
del múltiple, si es trascendente a los fenómenos, les es también inmanente” (e.
gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, cit., 160). Y agrega más adelante: “El
inteligible no está más allá del sensible, sino que comporta y anima su desarrollo”
(ibid., 230).

17 “Ce n’est pas par la manière dont un homme parle de Dieu, mais par la manière
dont il parle des choses terrestres, qu’on peut le mieux discerner si son âme a
séjourné dans le feu de l’amour de Dieu” (OC VI 4, 189).

18 “L’existence, c’est le lien des contraires” (OC VI 2, 453). “La contradiction,
l’impossibilité est le signe du surnaturel” (S. Weil, Œuvres Complètes VI: Cahiers
[juillet 1942 – juillet 1943], vol. 4: La connaissance surnaturelle [Cahiers de New
York et de Londres]
, Paris 2006, 165). De ahora en más OC VI 4.

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la existencia. Además, la contradicción, entendida como una
relación que sobrepasa a la comprensión racional, es positiva
y decisiva para el pensamiento, pues le hace consciente de su
límite y de su imposibilidad de aferrar la verdad, abriéndolo
hacia la contemplación de una realidad superior.

Siguiendo esta lógica, el entre-deux como espacio de
mediación, implica siempre y necesariamente un vacío a partir
del cual, justamente, es posible la relación y la apertura a la
a/Alteridad. Para pensar las relaciones es, entonces, necesario
“aceptar el vacío”, lo que para Weil equivale a aceptar la propia
muerte a través del desapego y la anulación del yo (que en la
filosofía weiliana se entiende también como decreación), es
decir, de la pérdida del propio punto de vista, finito y limitado,
a favor de la sabiduría19. Como justamente precisa Gabellieri:

Esta falla, este defecto de identidad y de adecuación propia
del fenómeno es positivo: eso revela la “fisura”, el “agujero”
por el cual, siendo finito, puede abrirse desde adentro, hacia
un real trascendente que no posee en sí mismo, pero que
puede acoger en sí a través de la opción de abrirse a algo
más grande que sí mismo20.

Esta conciencia del vacío es también clave no solo para ir
más allá de la forma, sino también para no “caer” más abajo
19 “ÊTRE RÉSOLU À MOURIR, ACCEPTER LE VIDE, MÊME CHOSE” (OC VI 2,

147). “PENSER LES RELATIONS C’EST ACCEPTER LA MORT” (ibid., 151). El
ejercicio de la filosofía consiste en una muerte en vista de la “verdadera vida”:
“La philosophie est orientée vers la vie, elle vise la vie à travers la mort. […] Ainsi
la sagesse est une pulsation continuelle de la mort à la meilleure vie et de la
meilleure vie à la mort” (S. Weil, Œuvres complètes IV: Écrits de Marseille, vol. 1:
Philosophie, science, religion, questions politiques et sociales [1940-1942], Paris,
2008, 58). De ahora en más OC IV 1.

20 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, cit., 213.

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de esa, situación que, como ya hemos mencionado, genera
dualismos y contraposiciones en las que se mezcla o se “aplana”
de manera arbitraria los diversos niveles de la existencia,
confundiendo así errónea e idolátricamente un μεταξύ con un
absoluto. De la misma forma, cuando un bien terrenal se vuelve
una finalidad, se llena ilusoriamente el vacío por el cual es
posible relacionarse con la plenitud21: “Μεταξύ [intermédiaire].
Toute représentation qui nous tire vers le non-représentable.
Nécessité des μεταξύ pour nous empêcher de saisir le néant au
lieu de l’être plein”22.
3. Un pensamiento humilde e iluminado por el amor

La elevación del pensamiento del plano inmanente a
aquel trascendente se hace posible, entonces, solo gracias a
esta conformidad con el vacío de las cosas. En este sentido,
el método filosófico weiliano consiste, precisamente, en una
contemplación vacía (á vide) –es decir, con una atención
plenamente abierta y despojada de toda solución a priori e
ilusoria– de aquellas contradicciones que el pensamiento no
puede resolver, pero tampoco obviar, porque se tratan de un
hecho, de una realidad que se impone23.

21 La idolatría llena los vacíos por donde puede pasar la gracia, es de hecho carente
de las relaciones, o mejor, “olvido” de las mismas porque, siendo autorreferencial,
niega y/o se contrapone a las demás relaciones. Cf. ibid., 219-226.

22 “Μεταξύ [intermediario]. Toda representación que nos arrastra hacia lo no
representable. Necesidad de μεταξύ para evitar que nos aferremos a la nada en
lugar del ser pleno” (OC VI 2, 332). En esta misma línea, sostiene Gabellieri: “Los
μεταξύ no son una región del real, pero permiten la elevación de un nivel al otro,
articulando fenómeno y noúmeno” (e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux,
161, n. 50).

23 “Quand une contradiction est une impasse absolument impossible à contourner,
excepté par un mensonge, alors nous savons qu’elle est en réalité une porte. II
faut s’arrêter et frapper, frapper, frapper, inlassablement, dans un esprit d’attente

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La méthode propre de la philosophie consiste à concevoir
clairement les problèmes insolubles dans leur insolubilité,
puis à les contempler sans plus, fixement, inlassablement,
pendant des années, sans aucun espoir, dans l’attente. [...] Le
passage au transcendant s’opère quand les facultés humaines
– intelligence, volonté, amour humain – se heurtent à une
limite, et que l’être humain demeure sur ce seuil, au-delà
duquel il ne peut faire un pas, et cela sans s’en détourner,
sans savoir ce qu’il désire et tendu dans l’attente. C’est un
état d’extrême humiliation. Il est impossible à qui n’est pas
capable d’accepter l’humiliation24.

La filosofía weiliana se caracteriza así por ser un
pensamiento humilde y abierto a la trascendencia. De hecho,
la humildad es «la seule vertu entièrement surnaturelle»25 y la
más esencial en la búsqueda de la verdad26. Todo conocimiento
auténtico se basa, entonces, en esta paradoja esencial, o sea,
en la consciencia del límite y de la insuficiencia de la razón

insistante et humble. L’humilité est la vertu la plus essentielle dans la recherche de
la vérité” (OC VI 4, 317).

24 “El método propio de la filosofía consiste en concebir claramente los problemas
insolubles en su insolubilidad, y luego contemplarlos sin más, fijamente,
incansablemente, durante años, sin ninguna esperanza, en la espera. [...] El
pasaje al trascendente tiene lugar cuando las facultades humanas –la inteligencia,
la voluntad, el amor humano– chocan con un límite, y el ser humano se queda
en ese umbral, más allá del cual no puede dar un paso, sin apartarse, sin saber
lo que desea, y tenso en la espera. Es un estado de extrema humillación. Eso es
imposible para alguien que no es capaz de aceptar la humillación” (ibid., 362, la
traducción es nuestra).

25 “La única virtud enteramente sobrenatural” (OC VI 2, 384, la traducción es nuestra).
26 Cf. OC VI 4, 317. Además, la humildad es para Weil una cualidad intrínseca de la

inteligencia, ya que esta, por su propia naturaleza, “desaparece” cuando se ejerce:
“Le rôle privilégié de l’intelligence dans le véritable amour vient de ce que la nature
de l’intelligence consiste en ce qu’elle est une chose qui s’efface du fait qu’elle
s’exerce. Je peux faire effort pour aller aux vérités, mais quand elles sont là, elles
sont, et je n’y suis pour rien” (OC VI 2, 490). Por esta razón, la filósofa agrega: “Il
n’a rien plus proche de la véritable humilité que l’intelligence” (ibid., 491).

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humana, la cual, al mismo tiempo, es capaz de reconocer una
realidad superior y de tender deseosamente hacia la misma de
manera ilimitada. Esta facultad superior a la inteligencia, y que
a la vez la mueve y alimenta, es aquella del amor o de la fe. Al
respecto, afirma una vez más Gabellieri: “Progresar de un nivel
de realidad a otro supone entonces que percepción y razón, como
capacidades de aferrar la realidad, sean orientadas y animadas
por una fe en aquello que no se puede aferrar”27. El autor explica
que dicha fe nada tiene que ver con una confesión religiosa, sino
que es típicamente filosófica, pues toda búsqueda intelectual de
la verdad exige, de alguna manera, una adhesión hacia algo que
es en parte evidente y en parte implícito y oculto28.

Por esta razón, si bien la inteligencia no puede aferrar
la verdad, es solo a través de su pleno ejercicio, hasta su
agotamiento, que se da el “pasaje al trascendente”29. Pasaje
posible no por un mérito intelectual, sino que es pura gratuidad,
puro don. De hecho, el deseo à vide permite según Weil el
descenso de la gracia30, la cual es encarnación del amor
sobrenatural y leva del alma que ilumina a la inteligencia con
una nueva Luz31. Luego de este pasaje la inteligencia será
27 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 215.
28 “Aquello al cual el espíritu se adhiere a través del pensamiento y el amor es

siempre más grande que nuestra capacidad de representación” (ibid., 216).
29 “Épuiser les facultés humaines (volonté, intelligence, etc.) pour le passage au

transcendant” (OC VI 4, 391).
30 El movimiento descendente, es de origen divino para Simone Weil y caracteriza

el accionar divino tanto en la Creación, como en la Encarnación y la Pasión. La
humildad es imitación del movimiento descendente y, como tal, condición de
elevación. Por esta razón, Weil identifica el movimiento descendente con aquel de
la gracia: “Incarnation. Mouvement descendant comme condition d’un mouvement
ascendant” (OC VI 2, 318). “La grâce, c’est la loi du mouvement descendant. Le
montant est naturel, le descendant surnaturel” (ibid., 431).

31 Luz que, siendo la fuente de todo ejercicio de pensamiento, permanece siempre
oscura a la razón: “Dans le domaine de l’intelligence, le surnaturel est ce qui est

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capaz, no de aferrar aquello que es del dominio trascendente,
sino de comprender con clarividencia aún mayor todo aquello
que pertenece a su dominio propio32.

De este modo, la facultad de la inteligencia es capaz
de reconocer la superioridad del amor sobrenatural y de
subordinarse a esa de manera racional, libre y consentida33. Se
confirma así la no contraposición entre razón y amor para Weil,
pues, como lo hemos dicho, el amor sobrenatural es la fuente
del deseo que mueve todo ejercicio intelectual y es también el
único capaz de elevarlo más allá de sí mismo34.

obscur et source de lumière. Le plus ne pouvant sortir du moins dans l’ordre de la
valeur (postulat à examiner), cette obscurité est plus lumineuse que ce qui, pour
notre intelligence, est lumineux. Nous allons continûment du moins au plus de
lumière; quand nous sautons, passant par de l’obscurité, quelque chose nous a
tirés. Lumière descendante” (OC VI 2, 324-325).

32 Así escribe Weil al respecto en su Lettre à un religieux: “Quand l’intelligence, ayant
fait silence pour laisser l’amour envahir toute l’âme, recommence de nouveau à
s’exercer, elle se trouve contenir davantage de lumière qu’auparavant, davantage
d’aptitude à saisir les objets, les vérités qui lui sont propres. Bien plus, je crois que
ces silences constituent pour elle une éducation qui ne peut avoir aucun autre
équivalent et lui permettent de saisir des vérités qui autrement lui resteraient toujours
cachées. Il y a des vérités qui sont à sa portée, saisissables pour elle, mais qu’elle ne
peut saisir qu’après avoir passé en silence à travers l’inintelligible” (S. Weil, Œuvres
Complètes V: Écrits de New York et de Londres, vol. 1: Questions politiques et
religieuses [1942-1943], Paris, 2019, 183-184). De ahora en más OC V 1.

33 “Le rôle des autres facultés de l’âme, à commencer par l’intelligence, est seulement
de reconnaître que ce avec quoi l’amour surnaturel a contact, ce sont des réalités ;
que ces réalités sont supérieures à leurs objets à elles ; et de faire silence dès que
l’amour surnaturel s’éveille d’une manière actuelle dans l’âme” (ibid., 183). “La part
de l’intelligence – de la partie de nous qui affirme et nie, qui pose des opinions – est
seulement la soumission. Tout ce que je conçois comme vrai est moins vrai que
ces choses dont je ne puis concevoir la vérité, mais que j’aime. [...] L’intelligence
peut reconnaître cette subordination en éprouvant que l’amour de ces mystères
est la source de pensées qu’elle peut saisir comme des vérités” (OC VI 2, 338).

34 “Art, science, mondes artificiels par lesquels l’homme essaie de s’apprendre à ne
pas mentir. Mais, détournés de leur but, ont l’effet contraire. Moyens et non pas
fins. Dieu est l’unique fin. Amour : enseigne à croire à une réalité extérieure. C’est
pourquoi μεταξύ comme la mathématique. Si on parvient à l’amour immobile” (OC
VI 2, 278).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social58

La esencia profunda de la filosofía no es, entonces, aquella
de ser ejercicio de una pura razón, sino de una inteligencia que
ama
. Retomando el discurso del entre, si bien todas las cosas
son esencialmente μεταξύ, es solamente a través del amor que
las mismas se convierten, efectivamente, en “mediación en
acto”. Como indica también Gabellieri:

Para que el fenómeno pueda volverse realmente mediación,
es necesario no solamente pensarlo, sino también amarlo
en su apertura al más grande, aspirando aquello que es su
fuente escondida. El pensamiento que se abre al entre debe
ser philia-sophia, deseo de un sentido que lo trasciende35.

4. Encarnación, consentimiento y punto de unidad entre
natural y sobrenatural

Otro punto fundamental de la reflexión weiliana, y que
confirma ulteriormente su no reducirse a un acto puramente
especulativo, es que esa se caracteriza por ser un pensamiento
encarnado en un cuerpo y en un determinado contexto
, como
se puede particularmente notar a partir del contenido teorético
de su noción de Lecture36, donde conocer para Weil es,
sustancialmente, “leer” las distintas relaciones que se presentan
a los sentidos. Por lo tanto, dicho conocimiento no es jamás
inmediato, sino que es siempre “mediado” por dos μεταξύ
irreducibles del conocimiento: el mundo y el propio cuerpo37.
35 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 219.
36 Cf. OC IV 1, 73-79.
37 “Le monde est un texte à plusieurs significations” (OC VI 1, 295; 411). La noción

de lecture de Weil – contemporánea a aquella de μεταξύ –, es una especie de
“hermenéutica de significaciones” en la que inteligibilidad y percepción concreta
del mundo se encuentran misteriosa y esencialmente entrelazadas. El grado
máximo de lecture (luego de la percepción sensible y la intelección), es aquel de
la “no-lectura”: “Il faut lire pour parvenir à la non-lecture” (OC VI 2, 444); “Il s’agit
de déraciner les lectures, de les changer, pour parvenir à la non-lecture” (Ibid.,

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 59

De esta manera, Weil conjuga, por así decirlo, verdad del sujeto
con aquella del mundo, sin caer jamás –también aquí– en
ninguno de los dos extremos, ya que la verdad última para ella
no se encuentra ni en el mundo ni en la persona humana, sino en
la relación que se establece entre ambas partes38.

El entre que abre a la gracia es también, entonces, condición
de encarnación. De esta forma, así como en Weil no se observa un
“salto” al mundo trascendente de forma separada e independiente
del mundo inmanente, podemos igualmente afirmar que dicho
contacto y relación con el sobrenatural no enajena a la persona
del mundo, sino que, al contrario, la impulsa a relacionarse de
manera aún más consciente, profunda y comprometida con su
realidad concreta39. Para Weil, la filosofía como tal implica
siempre un aspecto práctico y, por ende, moral (que es, a la vez,
ético y metafísico): “Philosophie (y compris problèmes de la
connaissance, etc.), chose exclusivement en acte et pratique”40.

436). La no-lectura, como sostiene Gabellieri, “coloca la cuestión de un pasaje
al absoluto, donde la lectura se transformaría en una «no-lectura» que supera
toda representación racional” (e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, cit.,
157). Para una mayor profundización sobre esta particular hermenéutica weiliana,
cf. B.-c. Farron-lanDry, “Lecture et non-lecture chez Simone Weil”, en Cahiers
Simone Weil
, III, 4 (1980) 225-244; M. SouriSSe, “La perception – la lecture”, en
Cahiers Simone Weil, IX, 2 (1986) 144-157; c. Vogel, “La lecture comme réception
et production du sens. Les enjeux de la pensée weilienne”, en Cahiers Simone
Weil
, XXXIII, 2 (2010) 201-213; r. KüHn, “Le monde comme texte. Perspectives
herméneutiques chez Simone Weil”, en Revue de Sciences philosophiques
et théologiques
, 64, 4 (1980) 509-530; r. KüHn, Deuten als Entwerden: eine
Synthese des Werkes Simone Weils in hermeneutisch-religionsphilosophischer
Sicht
, Herder, 1989; r. cHenaVier, “Quand agir, c’est lire : la lecture créatrice
selon Simone Weil”, en Esprit, 387 (Août-septembre 2012) 116-130; e. a. garcía,
Percepción y lectura en la filosofía de Simone Weil, Buenos Aires, 2015.

38 Es a partir de esta idea de fondo que, a nuestro parecer, Weil anota en uno de sus
cuadernos: “La vérité se produit au contact de deux propositions dont aucune est
vrai; leur rapport est vrai” (OC VI 3, 90).

39 Este aspecto desarrollaremos ulteriormente sucesivamente.
40 “La filosofía (incluyendo las cuestiones de conocimiento, etc.), algo exclusivamente

en acto y en práctica” (OC VI 4, 392, la traducción es nuestra). Vale mencionar

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social60

Por otra parte, pensar a las cosas como un conjunto de
mediaciones abre no solo al o/Otro, sino también a un espacio
de libertad que eleva o que degrada41. En esta línea, la plenitud
del ser consiste en la participación libre y consentida al amor
sobrenatural (único y verdadero amor). Dicho consentimiento
representa el “sí” del hombre a Dios como conformidad a la
necesidad y al orden (logos) de las cosas, o, lo que es lo mismo
para Weil, como plena obediencia a la voluntad divina. Pero,
al mismo tiempo, la posibilidad del “no” es siempre, en igual
medida, presente en esta dinámica relacional del ser. La realidad
del entre implica también así un riesgo, pues como espacio que
se ofrece a la receptividad, está siempre sujeto o a la aceptación o
al rechazo de aquel fenómeno de revelación que potencialmente
contiene y se dona en cada relación.

Pero el consentimiento no solo es esencial para que las cosas se
conviertan en efectiva mediación hacia una verdad trascendente,
sino también para que el espíritu humano mismo se vuelva, a su
vez, intersección (μεταξύ) entre las cosas y su unidad última que
es metafísica o, en términos más weilianos, sobrenatural. La tarea
del hombre, como ser racional, no se reduce, entonces, al mero
reconocimiento e interpretación de la esencia relacional de las

que desde sus primeros escritos –y por ende ya antes de su evolución mística y
religiosa– la acción humana ha siempre representado para Weil, en cierto modo,
una mediación necesaria para el encarnarse del bien trascendente en la existencia.
Cf. S. Weil, Œuvres Complètes I: premiers écrits philosophiques, Paris, 1988.

41 Explica Gabellieri: “Se trata de reconocer un espacio, un «entre» a partir del cual
la libertad puede o «reducir» los datos [le donée] a algo que se contrapone y
se enfrenta a los demás, lo que comporta un «fenómeno de idolatría»; o buscar
la integración de todos datos recibidos y vividos experiencialmente, aspirando
a aquello que los supera” (e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 170).
Aunque la verdadera libertad es siempre sobrenatural para Weil y como tal no
nace del libre albedrío, sino de la gracia: “La liberté surnaturelle (il n’en est pas
d’autre) est dans l’âme un infiniment petit” (OC VI 3, 162). “L’attention, à son plus
haut degré, est la même chose que la prière. Elle suppose la foi et l’amour. Il s’y
trouve lié une autre liberté que celle du choix, laquelle est du niveau de la volonté.
À savoir la grâce” (OC VI 2, 297).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 61

cosas, este es apenas el primer paso hacia su vocación última:
convertirse en un punto de equilibrio y de armonía entre las
diversas relaciones/contradicciones que componen el mundo y el
contexto en el que vive. Escribe Weil: “N’être qu’un intermédiaire
entre la terre inculte et le champ labouré, entre les donnés du
problème et la solution, entre la page blanche et le poème, entre
le malheureux qui a faim et le malheureux rassasié”42.

Además, la encarnación es para Weil marca del divino y
conditio sine qua non de la vida sobrenatural: “Il n’y a pas
de vie surnaturelle sans l’Incarnation”43; y es también, como
justamente enfatiza Gabellieri, posibilidad de universalización
del particular: “Por la encarnación Dios se vuelve capaz
de alcanzar todo hombre en la carne, sea cual sea su punto
de inscripción en la historia”44. La encarnación es también
fundamento del amor al prójimo –en quien se oculta un Cristo
anónimo
–, como lugar privilegiado de relación oculta, pero
también directa, con Dios45.
5. Las dos vías del “entre” y su fundamento

A partir de la reflexión que hace Weil del término μεταξύ
presente en los diversos diálogos platónicos, Gabellieri releva la
existencia de “dos vías del entre”, a partir de las cuales se puede
pensar y comprender el real. Se tratan de dos vías distintas, pero
esencialmente vinculadas. La primera, que se denota en modo
42 “No ser más que un intermediario entre el campo baldío y el campo arado, entre los datos

del problema y la solución, entre la página en blanco y el poema, entre el desventurado
hambriento y el desventurado saciado” (ibid., 124, la traducción es nuestra).

43 “No existe vida sobrenatural sin la encarnación” (OC VI 3, 280, la traducción es
nuestra). La encarnación es, en definitiva, marca de Dios como relación, es decir,
Trinidad: “La Trinité implique l’Incarnation – et par suite la Création” (OC VI 4., 172).

44 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, cit., 248.
45 Cf. Conclusión (infra).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social62

particular en la República y el Filebo, es la vía intelectual, en
la cual las diversas contradicciones presentes en el mundo,
invitan y “llaman al pensamiento”, o mejor, se imponen a la
inteligencia discursiva hasta elevarla más allá de sí misma46. A
propósito, escribe Gabellieri: “toda relación, de manera oculta,
posee relación con la sabiduría divina; todo número, todo
logos es como una llamada, una palabra de Dios dirigida a la
inteligencia”47.

En los diálogos presentes en el Fedro y el Banquete se
destaca una vía diversa, más misteriosa y “providencial”: la
del amor o de la belleza. Gabellieri habla de esta vía como
aquella “que se eleva de la belleza de los cuerpos «a la belleza
de las acciones, las ciencias y la filosofía», hasta llegar al bello
«eternamente real»”48. La belleza es esencialmente armonía, es
decir, relación proporcional y equilibrada entre las partes y, por
ende, mediación pura. Por lo tanto, también esta se impone y
llama la atención invitando sea a la contemplación como a la
intelección, pero a diferencia de las demás relaciones, la belleza
es capaz de provocar, por un brevísimo espacio de tiempo, un
“esplendor de eternidad”, es decir, un contacto directo con el
trascendente. Su efecto inmediato es aquel de la “alegría pura
y gratuita”, fruto de la “armonía providencial” que se entabla
entre el alma y la belleza del mundo49. El universo es bello
46 De aquí el valor de la matemática para Weil –que es en sí misma μεταξύ– y su

inherente “valor místico”: “Mathématique; aller par les formes au sans forme” (OC
VI 2, 117). “La mathématique est la capacité de raisonner rigoureusement sur le
non-représentable. Mais les signes (l’abus des signes) dégradent cette merveille
et en empêchent l’usage mystique» (ibid., p. 384).

47 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 162.
48 Ibid., 163.
49 “Buscar con amor esta armonía en todas las cosas, tal es la vía donde el amor,

no la razón, es «el auxiliar», «el intermediario»” (ibid). La belleza es encarnación

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 63

porque es signo sensible del Logos divino (verdad de la Grecia)
y forma implícita del amor de Dios (verdad cristiana).

Ya en el Timeo las dos vías del “entre” aparecen esencialmente
interrelacionadas. En este diálogo, el orden, que es principio de
unidad de todas las cosas creadas, es, al mismo tiempo, bello
e inteligible. Gabellieri afirma que la particularidad de este
escrito platónico respecto a los anteriores, es que el principio
del ser ya no aparece solamente como Uno (Filebo), sino que es
trinitario, “constituido por el «Autor del mundo», el «Viviente
eterno» a imagen del cual el mundo fue creado y formado, y
el «Alma del mundo» gracias al cual este mundo es «imagen
perfecta» de Dios”50. Este Principio metafísico no excluye así a
la pluralidad en favor del Uno, porque es en sí mismo unidad de
pluralidades
“mutualmente recíprocas”51.

Esta imagen trinitaria del ser es aquella que anima y
estructura la última reflexión de Weil y es solo a través de la
misma
que es posible entender acabadamente, sea el sentido
trascendente, que la dimensión inmanente de los μεταξύ. Anota,
al respecto, Gabellieri:

y “trampa” del Bien, que se deja reflejar a partir de las cosas sin pertenecer a
ellas, es un “ala” que eleva gradualmente, incluso de manera inconsciente, al alma
capaz de contemplarla con atención y amor. La belleza es la esencia del entero
universo, por lo tanto, amar a la belleza del mundo es amar al orden oculto en el
mismo, orden al cual el hombre, siendo parte del universo –y siendo él mismo
universo (microcosmo): “La création est la parole que Dieu nous dit; c’est aussi le
nom de Dieu. La relation, qui est la Sagesse divine, est le nom de Dieu. Un homme
parfait est le nom de Dieu (Microcosme)” (OC VI 4, 346–, debe conformarse para
alcanzar la plenitud del propio ser. Conformidad que, como hemos mencionado en
otro contexto, no nace de la sola razón, sino de un “sí” profundo e implícito al amor
de Dios que se esconde en el mundo trascendiéndolo.

50 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 163-164.
51 Weil, inspirada por el dogma trinitario, encuentra un paralelismo perfecto entre esta

lectura de Platón y aquella presente el Evangelio de Juan. Cf. OC IV 2, 253-254.

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social64

En efecto, la Trinidad como igualdad entre uno y muchos
[plusieurs] que constituye la “primera pareja de contrarios”
y que es fuente de todas las demás, aparece como el
arquetipo de todas las “relaciones” constitutivas de los
seres del mundo, cada uno siendo una relación, en niveles
diversos, de la “Relación absoluta” que es Dios. […] Ningún
fenómeno creado es Dios. Pero como “relación” a Dios,
todo fenómeno es abierto al misterio de una mediación
de la cual es una imagen lejana. […] De esta manera, en
el pensamiento weiliano fenomenología, hermenéutica,
metafísica y mística son siempre, en niveles diversos de
profundidad (según se esté en el nivel de la percepción, de
la reflexión o de la gracia), experiencia de “relaciones” o
de “mediaciones” que son igualmente niveles sucesivos que
abren a una mediación más profunda52.

En síntesis, Dios como primera relación fundamental no es
solo el modelo y la unidad última de todas las mediaciones, sino
también la Mediación misma, a través de la cual todos los seres
son, a su vez, μεταξύ. Cada ser creado se vuelve así símbolo del
divino, “donde el ser atravesado por el amor no es más que una
relación entre todos los seres. La sola relación, la sola «polaridad»
donde coinciden perfectamente ser y amor parece ser entonces
aquella del Uno y del Múltiplo que constituye la Trinidad”53.
6. El Supremo Μεταξύ: fundamento cristológico y trinitario

del entre
Como ya se podía intuir de los párrafos precedentes, la

inspiración relacional que anima a la reflexión del entre-deux
weiliano no se reduce solamente a un principio metafísico presente
52 e. gaBellieri, Le phénomène et l’entre-deux, 65.
53 Ibid., 183.

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 65

en el corazón de la creación, sino que se basa fundamentalmente
en una Mediación cristológico-trinitaria de clara heredad
cristiana, a luz de la cual la filósofa (re)interpreta a Platón y a sus
autores griegos, así como a las demás tradiciones religiosas y de
pensamiento (budismo, hinduismo, taoísmo, etc.), de las que se
interesa durante este período de su meditación madura, caracterizada
particularmente por su evolución religiosa y mística54.

Desde esta perspectiva, aquella relación y espacio de
mediación que une y dona realidad a todas las cosas y que el
alma atenta es capaz de reconocer y contemplar, es de la misma
naturaleza de Aquel, a través y en vista del cual, todo fue creado
y todo subsiste55. Se trata de la Sabiduría eterna que ordena
54 Cf. M. Vetö, La méthaphysique religieuse de Simone Weil, Paris, 2014. Sobre

el valor fecundo de la mística para la filosofía y la vida práctica, dice Gabellieri:
“Contrariamente al prejuicio según el cual el discurso místico no puede aclarar
en nada a la experiencia ética e intersubjetiva más corriente, es justamente aquí
donde el pensamiento religioso y místico nos puede ser precioso, particularmente
aquella que encontramos en S. Weil en el modo en el que une la reflexión sobre
el amor de Dios y el amor entre los hombres (o aquello que ella llama «amistad»
entre el hombre y Dios y la «amistad» entre los hombres)” (e. gaBellieri, Le
phénomène et l’entre-deux
, 267). Al respecto, el autor sostiene que para una
plena comprensión del pensamiento weiliano es necesario ir más allá de una
lectura puramente filosófica y situarse, a través de una ontología trinitaria, en el
plan teológico y místico (cf. ibid., 268). Efectivamente, para la ontología trinitaria:
“La experiencia mística constituye el lugar fenomenológicamente pertinente en
el cual se da la verdad de la Trinidad como verdad del S/ser que, como tal, se
consigna a la ontología” (P. coDa – M. B. curi – M. Donà – g. MaSPero, Manifesto,
vol.1: Dizionario Dinamico di Ontologia Trinitaria, Roma, 2021, 257). Se confirma
así la afinidad entre la “filosofía del entre” y la propuesta teorética de la ontología
trinitaria, cuyo lema, según Piero Coda – uno de sus principales propulsores y
exponentes –, hace justamente referencia “al hecho que el sentido del ser que
somos y vivimos se desvela plenamente en el vínculo, en la relación, en el estar
en red. Como don. En la libertad. Una afirmación que no es solamente teórica sino
también práctica, concreta, experimental” (ibid., p. XII). No se trata de una relación
meramente “binaria” y dialécticamente atrapada en sí misma, “sino una relación
que, de por sí, se da en tres términos: donde el T/tercero dice el espacio de vida,
de libertad y de novedad de toda relación hacia algo más [ad altro]” (ibid.).

55 Cf. Col 1, 16-17. “Dans Platon traduire τὸ ὄν avec le réel. Le réel est le Verbe. L’un
est = Père, Fils et Esprit. […] (Dans Parménide, le passage du trois à la pluralité
correspond à la création)” (OC VI 2, 491).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social66

a la entera existencia y está presente de manera oculta en la
necesidad que gobierna al mundo. Es el Hijo, segunda Persona
de la Trinidad, belleza del Padre y Luz que vino por y con cada
hombre56, y que desde el profundo del alma humana suscita y
guía todo deseo innato de verdad y de bien57. Es, en definitiva,
el Logos encarnado que, resumiendo en sí naturaleza divina y
humana en la figura de Cristo, es Supremo Μεταξύ entre las
cosas, entre los hombres, entre inmanencia y trascendencia...

Λόγος, nom de la Nécessité, donné au Bien-Aimé – Lumière
et pluie dans Évangile, stoïcisme. Nécessité, médiatrice entre
la partie naturelle de nous et le consentement surnaturel. Par
analogie, conçue comme médiatrice entre la matière et Dieu.
Création ET action ordonnatrice. [...] Dieu médiateur entre:
Dieu et Dieu. Dieu et l›homme. L›homme et l›homme. Dieu
et les choses. Une chose et une chose. Moi et moi. Dieu est
médiation en soi, et tout est médiation divine. Analogiquement,
pour la pensée humaine, tout est rapport – λόγος. Le rapport est
médiation divine. La médiation divine est Dieu58.

Habíamos mencionado que la plenitud del ser consiste
en la adecuación al principio originario del mundo, a través
de la conciencia y aceptación de la nulidad de las cosas y del
56 “La parole; il s’agit du Verbe, la lumière qui naît avec chaque homme” (OC VI 3, 73).
57 Cf. S. Weil, Pensées sans ordre concernant l’amour de Dieu, Paris, 1962, 276; OC

V 1, 333-347.
58 “Λόγος, nombre de la Necesidad atribuido al Amado – Luz y lluvia en el Evangelio,

estoicismo. Necesidad, mediadora entre la parte natural de nosotros y el
consentimiento sobrenatural. Por analogía, concebida como mediadora entre la
materia y Dios. Creación Y acción ordenadora. [...] Dios mediador entre: Dios y
Dios. Dios y el hombre. Hombre y hombre. Dios y las cosas. Una cosa y una
cosa. Yo y yo. Dios es mediación en sí mismo, y todo es mediación divina.
Análogamente, para el pensamiento humano, todo es relación - λόγος. La relación
es de mediación divina. La mediación divina es Dios” (OC VI 3, 404, la traducción
es nuestra).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 67

vaciamiento humilde de la propia perspectiva. Dicha adecuación
consiste, fundamentalmente, en la imitación de Cristo en su
plena obediencia a la voluntad del Padre, hasta el pleno despoje
de sí en la Cruz. Cristo es, de hecho, Εἶδος (idea) del hombre y,
como tal, modelo antropológico por excelencia. Por otra parte,
esta dinámica de imitación es propiciada por el mismo Logos
que subyace en la parte increada del alma humana (es gracia
encarnada
), y que crece proporcional y exponencialmente a la
par que se es capaz de reconocer y de adherir con todo el proprio
ser al orden (logos) necesario de las cosas (voluntad divina).

Cuando se verifica este “milagro” de la armonía entre interio-
ridad y exterioridad, se da una especie de “nueva encarnación”
de Dios, donde el alma, invadida por el sobrenatural, “ve” y
“lee” el divino oculto en todas las cosas. El alma habitada por
Cristo se vuelve instrumento (¡único instrumento!59) a través
del cual Dios puede actuar concretamente en el mundo y
dialogar consigo mismo en su creación, o sea, “amarse”. Este
es el sentido y el significado profundo del dogma de la Trinidad
para Simone Weil: “Le dogme de la Trinité est nécessaire pour
qu’il n’y ait pas dialogue de nous avec Dieu, mais de Dieu avec
lui-même en nous. Pour que nous soyons absents”60.

En última instancia, Cristo es, por medio del Espíritu de
amor divino, la clave hacia la unidad última que es en el Padre.
Como tal, es también la clave del conocimiento sobrenatural
que va más allá de toda contradicción racional:
59 “Le seul rapport de Dieu avec le monde consiste dans la possibilité que le

surnaturel existe dans le monde, dans une âme humaine” (OC VI 2, 398).
60 “El dogma de la Trinidad es necesario para que no haya diálogo entre nosotros y

Dios, sino entre Dios y él mismo en nosotros. Para que seamos ausentes” (ibid.,
123, la traducción es nuestra).

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Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social68

Il y a une raison surnaturelle. C’est la connaissance, gnose,
γνώσις, dont le Christ était la clef, la connaissance de la
Vérité dont le souffle est envoyé par le Père. Ce qui est
contradictoire pour la raison naturelle ne l’est pas pour la
surnaturelle, mais celle-ci ne dispose que du langage de
l’autre61.

Para seguir reflexionando: Pensar desde el entre y el Tercero
Luego de este largo recorrido en el cual hemos intentado

exponer los puntos cardinales de la meditación relacional de
Weil, a partir de su concepción ontológica del intermediario y su
fundamento último de matriz platónico-cristológico-trinitaria,
quisiéramos concluir –abriendo ulteriormente– nuestra contri-
bución, exponiendo sucintamente qué tipo de “pensar juntos”
se despliega desde esta reflexión weiliana.

Si, siguiendo la lógica propuesta, el ejercicio filosófico
consiste básicamente en pensar las relaciones de manera
humilde y despojada de sí, dicho ejercicio alcanza su punto
culmen cuando se da en la reciprocidad interpersonal de los
amantes de la verdad (philia-sophia), donde, cada uno siendo
imitación de Cristo, actualiza la presencia real del Logos
divino que se hace “Tercero” entre los hombres que se aman:
“Il a dit exactement qu’il est toujours en tiers dans l’intimité
d’une amitié chrétienne, l’intimité du tête-à-tête”62. En efecto,
un pensamiento pleno solo puede ser fruto de la amistad en
61 OC VI 4, 139.
62 “Él dijo exactamente que siempre es un tercero en la intimidad de una amistad

cristiana, la intimidad del tú a tú” (S. Weil, Attente de Dieu, Fayard, Paris, 1966,
58, la traducción es nuestra). Esta afirmación se inspira en el pasaje evangélico
“donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos” (Mt 18,
15-20).

yachay Año 39, nº 75, 2022, p. 45-74

Noemi Sanches 69

su sentido pitagórico, es decir, como unidad de pensadores
diversos que piensan separadamente juntos
63. La amistad es
esencialmente armonía y unidad de contrarios para Weil y, por
lo tanto, es una especie de sacramento64, pues, por mediación
de Cristo, hace posible la participación de los hombres a la
Amistad originaria, denominación que Weil aplica a la Trinidad
como comunidad de Personas diversas (Padre e Hijo) que son
“uno” en el Amor (Espíritu)65.

Hemos subrayado que pensar el entre implica un pensar
abierto y a la vez encarnado, donde ejercicio intelectivo y
acción no se contraponen, sino que son coesenciales. Por
lo tanto, un “pensar juntos” desde esta perspectiva no nace
63 “La formule: «L’amitié est une égalité faite d’harmonie», (philian einai enarmonion

isotêta – φιλίαν εἶναι ἐναρμόνιον ἰσότητα), est pleine de significations merveilleuses,
par rapport à Dieu, par rapport à l’union de Dieu et de l’homme, et par rapport aux
hommes, à condition de tenir compte du sens pythagoricien du mot harmonie.
L’harmonie est proportion. C’est aussi l’unité des contraires. Pour appliquer cette
formule à Dieu, il faut la rapprocher d’une définition de l’harmonie au premier abord
très étrange: (dikha phroneontôn sumphronêsis – δίχα φρονεόντων συφρόνησις),
«la pensée commune des pensants séparés». Des penseurs séparés qui pensent
ensemble, il n’y a qu’une chose qui réalise cela en toute rigueur, c’est la Trinité.
La formule d’Aristote: «La pensée est la pensée de la pensée», n’enferme pas la
Trinité, parce que le substantif peut être pris également au sens actif ou passif. La
formule de Philolaos l’enferme parce que le verbe est à l’actif. La méditation de
cette formule conduit à la meilleure manière de rendre compte à l’intelligence du
dogme de la Trinité” (OC IV 2, 262). Siguiendo esta lógica, Cristo es también la
“amistad” que une armoniosamente a las sociedades humanas: Le Christ est triple:
1° Le Fils de Dieu égal au Père, ne faisant avec lui qu’un seul Dieu, engendré et
non crée. 2° Le premier-né de la Création, l’Âme du monde, l’unité écartelée à
travers toute chose, l’harmonie. 3° Un être humain (ou plusieurs ?). […] Il y a
encore un quatrième être du Christ. Il est une relation de Dieu avec soi […]. Il est
aussi l’âme collective de la société formée par ceux qui l’aiment. Mais cette société
n’est pas vraiment une société. C’est une amitié. Une âme collective ne peut être
qu’un faux dieu» (OC VI 4, 275).

64 Cf. OC IV 1, 285-336.
65 “Le Père est création de l’être, le Fils est renoncement à être; cette double pulsation

est un unique acte qui est Amour ou Esprit. Quand l’humilité nous y donne part, la
Trinité est en nous” (OC VI 4, 130).

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Pensar “entre”: para un logos encarnado y comprometido con la realidad social70

solamente del vacío de las consciencias que recíprocamente
buscan y anhelan a la verdad, sino que, contemporáneamente,
se da desde el vacío y desde las contradicciones más acuciantes
de la realidad concreta en la que se vive y que nos interpelan a
actuar concretamente.

La verdad trascendente, cuya imagen es aquella de Cristo
como Justo sufriente, hace eco en los diversos espacios vacíos
y silenciosos del mundo:

Par l’effet d’une disposition providentielle, la vérité et le
malheur sont l’une et l’autre muets. Par ce mutisme la vérité
est malheureuse. Car l’éloquence seule est heureuse ici-bas.
Par ce mutisme, le malheur est vrai. Il ne ment pas. Par
l’effet d’une autre disposition providentielle, la vérité et le
malheur ont l’un et l’autre de la beauté. Par suite, malgré
leur mutisme, l’attention peut se fixer sur eux66.

La verdad, entonces, resuena en modo particular en el
grito mudo de aquellos que sufren. De aquí el precepto ético-
político weiliano de saber “escuchar el grito silencioso de
los desventurados” y de no permanecer indiferentes ante la
necesidad y carencias del otro.

Podemos decir entonces –sin la pretensión de ser
exhaustivos, sino de donar simplemente una ulterior pista de
66 “Por efecto de una disposición providencial, tanto la verdad como la desventura

son, una y otra, mudas. Por este silencio, la verdad es infeliz. Porque solo la
elocuencia es feliz aquí abajo. Por este mutismo, la desgracia es verdadera.
No miente. Por efecto de otra disposición providencial, tanto la verdad como la
desventura son bellas. En consecuencia, a pesar de su mutismo, la atención
puede fijarse en ellas” (ibid., 364, la traducción es nuestra). Es también gracias a
la belleza que la verdad y la justicia llaman en silencio nuestra atención: “Le beau
consiste en une disposition providentielle par laquelle la vérité et la justice, non
encore reconnues, appellent en silence notre attention” (ibid., 369).

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reflexión para un “pensar desde las víctimas”– que “pensar
entre” es, en síntesis, un pensar juntos a la luz del Tercero,
gracias a la cual es posible voltear la mirada hacia el mundo
y “ver el invisible” que se esconde en las cosas y que se nos
impone y llama de manera irreducible e imperativa. Es un
pensamiento que no anula a las contradicciones, sino que las
habita y las sufre en la piel, buscando conjugarlas de la manera
más equilibrada y armónica posible. Es, en fin, un pensamiento
humilde y dialogante que, porque sabe reconocerse pequeño y
despojado de la verdad última, se abre a la misma a la par que
se agacha ante los más pequeños y despojados, preguntándoles
atenta y quedamente: ¿cuál es tu tormento?67. Porque la realidad
del dolor y del sufrimiento, a la luz del evento de la Cruz, es, en
el fondo, manifestación sensible y extrema de aquella esencia
relacional que constituye al hombre y a toda la creación
. El
grito del abandono es búsqueda del o/Otro, de aquel que me
constituye y sin el cual sencillamente no soy. Grito que para
Weil es suprema armonía del Ser y que, desde la eternidad,
resuena entre los infinitos puntos que componen el tejido (tissu)
del universo entero. En modo particular en cada hombre, en cada
mujer, en cada niño, en cada ser que sufre (incluso el planeta) y
que espera, muchas veces sin esperanza, ser escuchado68.

67 “La plénitude de l’amour du prochain, c’est simplement d’être capable de lui
demander: «Quel est ton tourment ?»” (OC IV 1, 262).

68 En este sentido, consideramos que el pensamiento relacional propuesto desde la
perspectiva del “entre” (o del tercero), puede ser proficuo para el florecimiento del
genio latinoamericano, de por sí culturalmente rico y diverso, así como afecto de
inúmeras contradicciones sociales y políticas. Se trata de un tema que merecería
una ulterior profundización.

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